Cuando un hombre recibe un diagnóstico de Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) y la cirugía es la mejor opción para solucionar el problema, su objetivo es volver a la normalidad y reducir o eliminar los síntomas con el menor riesgo posible. Sin embargo, la mayoría de los pacientes sienten gran preocupación de que la cirugía les cause incontinencia, y uno de los mayores miedos es que tenga un impacto permanente en su función sexual.
La preservación es una de las grandes ventajas de la cirugía con el sistema robótico Aquabeam. Esta técnica quirúrgica innovadora para la hiperplasia prostática benigna brinda un alivio significativo de los síntomas a largo plazo y tiene altas tasas de satisfacción del paciente. Como lo confirman varios estudios clínicos realizados en hombres que fueron intervenidos con esta tecnología, el 99 % de los hombres no presentaron incontinencia urinaria y no tuvieron ningún impacto en su función eréctil, además de mantener su función eyaculatoria.
Una de las grandes cualidades que más agradece el cirujano del Sistema Aquabeam, es su gran precisión, su exactitud milimétrica que reduce al máximo el margen de “error” humano. Así mismo, el tipo de energía empleada (agua a temperatura ambiente), hace que no se produzca ningún daño térmico de estructuras cercanas. Por ello, se consiguen resultados funcionales que proporcionan una rápida mejoría de los síntomas urinarios y una pronta recuperación. Además, este tratamiento puede aplicarse en cualquier tipo de próstata, sin importar su tamaño; de hecho, puede realizarse en próstatas de gran tamaño.