Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, una fecha clave para concienciar sobre la importancia de cuidar el sistema cardiovascular. Pero más allá del riesgo de infarto o hipertensión, ¿sabías que un corazón debilitado también puede afectar a tu próstata y a tu salud urológica?
Desde el equipo de Urología de Clínica Premium, queremos explicarte cómo una mala función cardíaca puede impactar en áreas esenciales de la salud masculina, como el aparato urinario y la función sexual. La conexión puede sorprenderte. Cuando el corazón falla, todo el cuerpo lo nota
Corazón debilitado y flujo sanguíneo reducido
Cuando el corazón no funciona correctamente —como ocurre en casos de insuficiencia cardíaca o enfermedad coronaria— disminuye el gasto cardíaco, es decir, la cantidad de sangre que el corazón es capaz de bombear al resto del cuerpo. Esta reducción impacta directamente en la circulación sistémica, incluida la microcirculación pélvica, esencial para la oxigenación de órganos como la próstata, la vejiga y el pene.
La microcirculación pélvica, una red clave para la salud urológica
Disfunción endotelial e hipoxia: ¿Qué significan? La disfunción endotelial, muy común en pacientes con enfermedad cardiovascular, impide que los vasos sanguíneos se dilaten correctamente. Esto afecta la microcirculación —los vasos más pequeños encargados de llevar oxígeno y nutrientes a los tejidos— y puede provocar un estado de hipoxia crónica (falta de oxígeno) en la región pélvica.
Este fenómeno tiene consecuencias directas sobre el tejido prostático:
- Cambios en el tejido: la hipoxia estimula la remodelación celular y puede favorecer el crecimiento anormal de la próstata.
- Inflamación crónica: el estrés oxidativo generado por la falta de oxígeno está relacionado con procesos como la prostatitis crónica y la hiperplasia prostática benigna (HPB).
- Mayor riesgo de síntomas urinarios: como urgencia, chorro débil, frecuencia urinaria o sensación de vaciado incompleto.
Salud urinaria y cardiovascular: ¿por qué están tan conectadas?
Múltiples estudios han demostrado que hombres con factores de riesgo cardiovascular —hipertensión, diabetes, dislipemia, obesidad o tabaquismo— tienen más probabilidades de presentar síntomas del tracto urinario inferior (STUI) y HPB.
Esto se explica, en parte, por el efecto combinado de la inflamación crónica, el deterioro del riego sanguíneo y la alteración de los mecanismos neurovasculares que controlan la micción.
Desde nuestra unidad de urología, evaluamos de forma integral tanto la función prostática como los factores de riesgo cardiovascular en nuestros pacientes, especialmente a partir de los 45 años.
Disfunción eréctil: un síntoma centinela de enfermedad cardíaca
La disfunción eréctil (DE) no es solo un problema sexual. En muchos casos, es uno de los primeros signos de enfermedad cardiovascular.
Esto se debe a que tanto la DE como las enfermedades del corazón comparten una base fisiopatológica común: la aterosclerosis (acumulación de placas en las arterias) y la disfunción endotelial. Ambos procesos reducen el flujo sanguíneo hacia el pene y otros órganos sexuales, afectando la calidad de las erecciones y el rendimiento sexual.
¿Qué significa esto para ti?
Si experimentas disfunción eréctil persistente, es fundamental que no lo ignores. Podría ser una señal temprana de enfermedad coronaria o de otros problemas cardiovasculares aún no diagnosticados.
¿Qué medidas puedes tomar?
Desde el punto de vista urológico y cardiológico, la prevención integral es clave para preservar la salud. Recomendaciones de nuestro equipo médico:
- Evaluación del riesgo cardiovascular, especialmente si ya hay síntomas urológicos.
- Revisiones periódicas de la próstata y la función urinaria a partir de los 45 años.
- Dieta cardiosaludable, rica en frutas, verduras, grasas saludables y baja en azúcares y ultra procesados.
- Dejar de fumar, ya que el tabaco acelera el deterioro vascular.
- Actividad física regular: al menos 30 minutos, 5 días a la semana.
- Manejo del estrés, que también influye en general a la salud masculina.
En resumen, el corazón y la próstata están más conectados de lo que parece.
El Día Mundial del Corazón es una oportunidad perfecta para recordar que la salud masculina es integral. Cuidar el corazón es también proteger tu calidad de vida, tu función urinaria y sexual, y prevenir complicaciones urológicas en el futuro.
En Urovinci y Clínica Premium, trabajamos de forma multidisciplinar para ofrecer un enfoque global en la salud del hombre. Si has notado cambios en tu función sexual, urinaria o simplemente quieres hacer una revisión completa, agenda una cita con nuestro equipo de urología.
